Capítulo 8

Apenas he podido dormir esta noche.
Todavía siento ese nudo en la garganta, que me aprieta, que me ahoga...
Tengo ojeras, me miro al espejo y no me reconozco..
¿Dónde esta mi sonrisa? Con la que me despertaba cada mañana.
Ojala todo fuera un sueño.
Ojala hoy fuera un día normal, un 23 de marzo como cualquier otro, sin cambios inesperados.
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*Suena el móvil.
Es el..
- Hola mi amor.
- Hola mi niña, ¿como estas?
- Bueno...
- ..., hoy a las 22:00 quiero verte igual de guapa que siempre.
- Pues va a estar difícil.
- ¡Que va!, luego nos vemos, te quiero.
- Vale y yo.
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Bajo las escaleras corriendo, hoy no quiero hacerlo esperar, tengo más ganas de verlo que nunca.
Abro el portal y lo abrazo, que ganas tenia de sentirlo.
Lo miro a los ojos y los veo super brillantes, intentando ocultar como se siente, pero conmigo de nada le vale eso
sus ojos hablan por el...
Lo conozco demasiado.
- ¿Dónde vamos?
- Es una sorpresa...
- ¿Una sorpresa? ¿Que sorpresa?
- Shh calla, no preguntes tanto.
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No se para que tanto misterio si nos dirigíamos a donde siempre.
A la casa que desde hace un par de semanas nos hicimos dueños por completo, unos ocupas en una casa muy conocida por los dos.
-¿Que hacemos aquí? Dijiste que no podíamos venir muy seguido, que nos podrían descubrir y decírselo a quien tu ya sabes..
- No nos cogerán.
- ¿Y como estas tan seguro? El día que eso pase a ver como lo solucionamos...
- Tu no hagas ruido y esperame abajo en las escaleras, ahora te aviso.
- No tardes...
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- Sssssss, ¡sube! - dijo apenas susurrando.
Subí las escaleras apenas sin hacer ruido, mirando de una lado a otro, como si fuera invisible y no me pudieran ver por la mirilla.
- ¡Corre entra! - echo el pestillo, se dio la vuelta, me cogió por la cintura y me tapo los ojos con sus manos.
- ¿Que haces?
- Relajate y sigueme. Ya, abre los ojos.
Me quede alucinada, no me podía creer lo que mis ojos estaban viendo.
Había pétalos de rosas desde la entrada hasta la puerta del cuarto, por cada 3 pasos que daba había una rosa.
-¿Y esto?
- Sigue el camino.
Cuando abrí la puerta vi mucha luz en tanta oscuridad.
El cuarto estaba repleto de velas, velas de colores, velas en forma de corazón y más rosas..
La cama en suelo, vestida de limpia con sabanas blancas.
La imagen mas bonita que he visto nunca.
- Y todo esto, ¿por que?
- Por que tu te lo mereces.
- Es lo más bonito que me han hecho nunca.
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Ahora estoy temblando como una tonta, mi corazón se acelera...
- Abrazame fuerte para que pueda sentirte.
Nunca me imagine que llegara este momento o al menos nunca pensé que fuera de esta manera.
Me ha hecho sentir la persona más importante.

Cuando una persona cambia tu estado de animo en cuestión de segundos, esa persona merece la pena.