Capítulo 4

-¿Y ahora que? - era Claudia la que estaba al otro lado de el teléfono.
- No se tía, no tengo ni idea de lo que va a pasar...
- Te lo dije, sabia que esto iba a pasar.
- Pues tendrías que haberme avisado, digo para tenerlo asimilado.
- Pero si se veía venir tía.
- Yo no lo tenia tan claro.
- Bueno y ¿has hablado con el?
- Que va, ahora me conectare al messenger a ver que me dice..
- Vale ya luego quedamos a la misma hora de siempre y donde siempre, ya me cuentas.
- Vale.
Estaba nerviosa, vaya días raros que llevaba.
Abrir la sesión de el messenger nunca me había resultado tan intrigante.
Es increible fue conectarme y al segundo hablarme el...
!No me lo creo!
Pero que me esta pasando yo antes no me sentía así cuando alguien me hablaba,
de echo ni con Enrique me sentí así...
- Hola.
- Hola.
- Me encanto la noche de ayer.
- ¿Si? Te note nervioso...
- Si, la verdad nunca me he sentido así... Por cierto hoy nos vemos ¿no?
- Si supongo que estaré por allí.
- Vale, hoy te invito a beber. Que prefieres ¿coca-cola o naranja?
- Limón.
- No doy una, luego nos vemos.
Y así se termino la conversación, estaba nerviosa, tenia muchisimas ganas de volver a verlo y no sabia como reaccionar al verlo, ¿un beso o 2?
Esa eterna duda que tenemos todas las mujeres, da igual yo no soy esa típica que se acerca, que sea el.
Y si todo cambia...
No te ralles Carla.
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Que ganas tengo de verla...
Llegamos a la gasolinera para que Diego echara gasolina a la moto.
- Tío entro que voy a comprar la bebida.
Me voy hacia la nevera para coger la fanta de limón.
Luego me dirijo al mostrador para pagar.
- ¡Listo! Vamonos tío que tengo prisa.
Miraba la hora y ya llegaba tarde.
- Diego dale caña que no llego.
.......
Ha sido todo tan rápido que no se que hago en el suelo...
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¡PUUUUM!
Dios que susto, ¿que ha sido eso?
Un accidente, no quiero ni mirar...
- ¡Una moto!
- No...
- Si, vamos a ver que ha pasado. - Mi primo Alex como no, quería enterarse de lo que había pasado
y yo no quería ni mirar, odio los accidentes, me dan un miedo terrible desde que mi primo
Elias tubo el suyo hace unos años....
Y apareció como si nada, sin esperarmelo. Iba asustadisimo, estaba sangrando.
¡Dios! Era el...
- ¡¿Que te ha pasado?!
- No se ha sido todo tan deprisa, nos hemos caído de la moto y yo iba sin casco, tengo mareo...
- Vamos a ese banco, relajate.
Tenia sangre por todos lados, su pantalón roto, la sudadera...
No se quien estaba mas nerviosa si el o yo.
Cogí la botella de alcohol con un pañuelo y fui curandole las heridas.
- Que loca estas ¿con eso me vas a curar?
- ¿Y que mejor?
- ¡Ay! Escuece...
No quería verle así, pero me encantaba como me miraba, como me abrazaba dandome las gracias..
- ¿Te sientes mejor?
- Si muchas gracias Carla.
- Deberías irte a casa y descansar o ir al hospital.
- Que va, me iré a casa.
- ¡Mañana te dolera todo!
- No, yo soy fuerte.
Me encantaba verlo sonreir.
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Dios no puedo dormir, estoy preocupadisima.
No se si habrá ido al hospital o si estará mejor...
¡Ya esta voy a llamarlo!
Fui hacia mi mesita de noche, tenia su número de móvil escrito en un trozo de papel blanco.
Marque cada número temblando.
Se escucha una voz por el otro lado...
- ¿Si?
- ¿Daniel?
- Si, ¿quien eres?
- Soy Carla, ¿como te encuentras?¿estas mejor?
- ¿Carla..?
- Si.
- No esperaba tu llamada. Bueno me duele muchísimo la cabeza, ya estaba metido en la cama, pero si estoy bien.
- Normal, bueno no se algo me decía que tenia que llamarte y estaba preocupada...
- Muchas gracias, de verdad.
- Bueno te dejo descansar mañana hablamos, buenas noches.
- Vale, un beso y muchas gracias.
Y si, Claudia tenia razón...
No se es que en dos días me he preocupado más por lo que podría pasar entre Dani y yo,
que por lo que me pudo pasar en seis meses con Enrique.
No quiero comparar, por que las comparaciones son odiosas, pero me siento diferente cuando estoy con el.
Nunca me he preocupado tanto por un tío.
Carla estas cambiando y eso no es bueno...